Una lágrima rodó
Y alguien fuerte se doblo
Yo que nunca había perdido,
Yo que siempre había ganado.
Nunca olvidare esa tarde,
Que llore como un cobarde
A los pies de Jesucristo
Delante de tanta gente,
Es que ante el no hay valiente,
Sabio, fuerte, omnipotente
Antes mi vida era incierta
Hasta que llamo a mi puerta,
Me colmo con sus ternuras,
Me saco de la basura.
Este gozo que yo ciento
Nadie me lo podrá robar,
De la mano de mi padre,
Nadie me arrebatara
Renacimiento, su amor me esta quemando por dentro
Se adueño de mi corazón ciento por ciento
Y es el culpable del gozo que ahora ciento
Renacimiento, corazón ciento que tu ardes por dentro
Desde el día que tuviste un encuentro
Con un ser al que obedecen los vientos,
Aquí le traigo, aquí muy dentro
Josmar F.
domingo, 12 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario